Habiendo tomado la ciudad capital de la isla, por la que pedían un dineral, y no habiendo obtenido respuesta, los invasores se adentran por la isla.
Sábado a los treze dias del mes de Julio [errata: por 3 de julio], salió el enemigo como a una grande legua de la ciudad por el camino que va a sancta Virgeda con catorze vanderas, en que yvan como cantidad de quatro mil hombres, que yvan repartidos en un esquadrón grande, y en otros quatro esquadrones pequeños, e yva por cabo y General de aquestos dichos esquadrones el Capitan Dum, de la nacion de Zelanda, y aquella misma tarde (y antes aviéndose juntado los dichos señores Regente y oydores de la dicha Audiencia, y el dicho Licenciado Antonio Pamo Theniente del dicho Governador, y el Capitan General de la dicha Isla, y por otros señores que se hallaron presentes, se acordó y determinó, que aquella madrugada luego siguiente, fuessen todos los Capitanes de la dicha Ciudad, y los de la Isla que allí estavan presentes con toda la gente que se pudo juntar y recoger, a reconocer en que entendía el enemigo, y si determinavan de salir de la dicha Ciudad, y assí se hizo por los dichos Capitanes como les fue encomendado, y estando los dichos naturales a la entrada del dicho monte y risco del Antiscal, por medio del qual passa el dicho camino. Tuvieron aviso del enemigo cerca del medio dia y assi lo esperaron allí, ordenando el dicho Licenciado Chamoso, y el dicho Sargento mayor la gente y los puestos que avian de tener los capitanes y los demás.
Y llegado el enemigo con las rociadas de su mosqueteria, hizo retirar de los naturales que estavan en la entrada del monte en los mas aspero del por el propio camino. Y assí el enemigo en un trecho hasta do passava una Acequia de agua, que avian quebrado lacomodados, y en un barranco del Dragonal, por donde se desmandó un esquadrón, los naturales les mataron ciento y cinquenta ombres, y entre ellos de los primeros mataron al dicho capitan Dum, su cabo o General, y a otro capitán y un Alferez con la vandera en la mano (la qual tomaron los naturales y la hizieron pedaços, tomando cada qual su pedaço, como por reliquias, en señal de la vitoria) y assi mismo le mataron un trompeta que estimavan en mucho, y otras personas de quenta, porque se detenian a cobrar los cuerpos dellos, y los llevavan sobre las picas a la ciudad, y de la esquadra que baxó por el Dragonal, no escapara ninguno si no le ovieran socorrido los demas desde una montaña que llaman de Tafira, donde con rociadas de Mosquetes detuvieron los naturales, y a los suyos guindaron con picas y cuerdas desde los riscos, aunque algunos se desriscaron quebrandose las cuerdas, y otros guindadores resbalando, cayan ellos y los que guindaban con la priessa.
En fin salidos del monte los enemigos, hizieron un esquadrón, y en su orden disparando la retaguardia la mosquetería, apartando los naturales de sí, que yvan en su alcance, hasta la ciudad, aunque en algunas partes mataron algunos de los enemigos. Y este dia si oviera mosquetería, avia puestos cerca del camino, que los naturales tomaron, de donde pudieran limpiar todo el camino, por donde los enemigos avian de passar.
Llegados aquella noche a la ciudad, llevaron tales nuevas que la propria noche se embarcó el general, y otros Capitanes. Y otro dia de mañana, mandó echar un vando que se embarcassen todos, y las ropas y fardos que les avia quedado del Saco, y que desde luego fuessen poniendo fuego a la ciudad, y assi lo endeçaron a hazer, unos yéndose luego a embarcar, y otros pegando fuego a algunas casas donde bivian, y otros lo dexavan puesto en acabando de almorzar y embarcándose.
Lo primero a que se puso fuego fue a la Yglesia y convento de Santo Domingo, y estando el Licenciado Chamoso y Sargento Mayor y Capitanes a vista de la ciudad, fue Dios servido que de improviso, sin tomar acuerdo se determinaron, viendo el fuego en el dicho Convento y otras partes, a venir como vinieron a todo correr a la ciudad, que fue causa, que viéndoles los enemigos, a toda priessa desamparassen la ciudad, sin acabar de quemalla como tenian pensado, dexando en las casas, las mesas y comidas puestas en ellas que tenian para si, y muchos lios, fardos y caxas llenas de ropas, y otras cosas que tenían juntas para embarcar, y assi los naturales entraron en la ciudad, y fueron corriendo y matando y prendiendo a los que pudieron alcançar, y salidos de la ciudad, se juntaron en su esquadrón, y en su orden caminaron al puerto, y los naturales no pudieron seguirlos más de hasta la Yglesia de San Lázaro, y este dia los enemigos se embarcaron en sus Navios antes de medio dia, y estuvieron siempre embarcados sin saltar mar en tierra, en quatro dias que se estuvieron en el dicho puerto, hasta que al cabo de ellos se fueron, y los naturales quedaron dueños de su ciudad, [...]